jueves, 13 de febrero de 2014

¿Es el nuevo California T un verdadero Ferrari?


No sé si será o no una locura hacerse esta pregunta. A mí desde luego me parece muy sensata. Pero, ¿puede un Ferrari no merecer ser digno de su nombre? Pues puede que sí. Para empezar, siempre he considerado al California más Maserati que Ferrari porque encaja mucho más con la filosofía de la marca del tridente, es decir: potencia y deportividad a raudales, pero con lujo y confort para todos sus ocupantes. Los tiempos cambian pero siempre consideraré que un Ferrari debe de ser un animal, una bestia que arranque el asfalto con las ruedas traseras, un bicho solo apto para manos expertas, un coche del que salgas destrozado después de recorrer 200 kilómetros, en definitiva, un coche que lo tengas tu y tres mas que lo valoren. Eso es exclusividad. 

A pesar de algunos, Ferrari también quiere vender. Y vender a lo bestia. A los chinos, a los americanos, a los árabes… ¿Eso es malo? Para ellos no, pero resta esa exclusividad de la que hablaba antes. Un cavallino debe de ser un aparato conducido por un tío con el culo pelado al volante, que a las primeras de cambio no se estampe o que no genere el mismo pavor que si le prestas a un niño de seis años una AK47 cargada… Pero el Ferrari California está pensado, diseñado y fabricado para ser comercializado y da igual que el destinatario sea por un ex piloto de F1, que un ruso que se ha forrado inventando un Angry Birds o algo así. 

En el próximo Salón de Ginebra se presentará en sociedad el nuevo Ferrari California T, un coche que es bonito y que además muestra unas características que son bastante apetecibles, no vayamos a engañarnos. Por ejemplo, corre, acelera y frena mejor que el modelo al que sustituye y también, su consumo es mucho menor. ¿Pero qué narices importa que haya reducido tres litros de consumo medio? Sí, eso mola mucho en un catálogo o en una conferencia de los verdes, pero a los ferraristas nos gusta la gasolina y en grandes cantidades, por favor.

Tuve la suerte de conducir el anterior California. Mi primer contacto con él fue durante la presentación del modelo hace unos años en Sicilia. Os aseguro que no hay nada más brutal que a la hora en la que te entregan las llaves, un miembro de la organización dijera: "No speed limits"… A día de hoy seguro que toda la policía del sur de Sicilia tiene llaveros y gorros de Ferrari como para parar un tren y a mí me sirvió para experimentar la increíble fuerza de este descapotable. Una vivencia que nunca olvidaré. A pesar de eso, el California era y es un coche cómodo, confortable, ¿pensado para el público femenino de Los Ángeles? pues a lo mejor…

No voy a negar que mataría por probarlo pero eso me pasa hasta con el nuevo Twingo que se acaba de presentar, sin embargo como buen ferrarista soy muy exigente con mis colores y no les paso cualquier cosa. Está bien ampliar el catálogo pero no a cualquier precio, eso sí si la venta de los California supone que se sigan haciendo muchos Ferrari LaFerrari, bienvenido sea.