martes, 6 de agosto de 2013

¿Se ha macarrizado Mercedes?

Qué bien ha manejado Mercedes esa cuña publicitaria en la que se decía "Algo está pasando en Mercedes" y, efectivamente, algo estaba pasando... y muy gordo. Con el titular de esta nueva entrada me gustaría crear un debate sobre si la marca alemana ha priorizado las ventas para continuar con un estilo que le ha hecho grande y reconocido en el mundo entero. Por otra parte, ese estilo y filosofía puede que también estuviera abocando a la marca de la estrella hacia un callejón sin salida, en donde rivales como Audi o BMW se escaparan definitivamente en el ranking de ventas.

Analizando las últimas novedades que Mercedes ha presentado, es imposible no fijarse y pararse en el nuevo Clase A. Incluso después de haberlo conducido en su momento en exclusiva y luego muchos kilómetros, a día de hoy todavía me quedo mirándolo (y mucho) cada vez que me cruzo con él por la calle. Deja en muy mal lugar al anterior Clase A si es que pretendemos hacer una comparación, aunque son dos coches muy distintos.

Poniendo la oreja en una conversación de coches que se estaba produciendo a mi lado, uno de los que llevaba la voz cantante presumía abiertamente (normal) de haberse hecho con el nuevo Clase A. Os aseguro que no es el prototipo comprador de Mercedes, sino mucho más joven, posiblemente con menor poder adquisitivo y con unas aspiraciones deportivas que otros coches de la marca no tenían hace unos años.

La pregunta es si a Mercedes le interesa ese nuevo público. Es decir, aquél que todavía vive con sus padres que no puede pagarse la hipoteca de una casa pero que sí puede afrontar el préstamo de lo que supone el coche. Evidentemente, a la marca le interesa vender pero, ¿a qué precio? Me pregunto si los compradores "de toda la vida" de Mercedes no querrán que los coches que conducen se identifiquen con este nuevo público y cambien de acera hacia otras marcas premium. Por otra parte, un padre puede estas muy satisfecho con su Clase E y piensa que lo mejor para su hijo es otro Mercedes más pequeño y moderno.

Mi opinión es muy clara: bendita macarrización porque ha transformado al nuevo Clase A en un coche apetecible, no como el anterior y ha abierto el espectro hacia un nuevo cliente que pensaba que los Mercedes solo los conducían los toreros y constructores. Solamente el paso de los años nos aclarará si la decisión que tomó la marca fue correcta o no.

Por otra parte, para los de Stuttgart estos están siendo unos años muy buenos. No debemos rasgarnos la vestiduras si afirmamos que, ahora mismo, la mejor berlina del segmento superior es el Clase S y el deportivo más exclusivo (dejando a un lado a Ferrari) es el SLS. También cuentan con el SUV más avanzado, el Clase M, y con el familiar con la estética más atractiva del panorama, el CLS Shooting Brake y con el nuevo CLA, un coche brillante en casi todos los sentidos. Pero como no todo puede ser perfecto tienen que darle una vuelta ya al SLK y hacer algo con el feo Clase R.

Ya no está pasando algo en Mercedes, ha pasado y tiene pinta de que han dado un salto de calidad. Seguro que las últimas novedades no han gustado en Audi y BMW pero sí al resto del mercado, y eso es lo verdaderamente importante.

2 comentarios:

  1. Buenas Javier:
    Llevas razón, ha pasado... y lo que ha pasado es que Mercedes necesita hacer caja, y para ello no les basta con el cliente tradicional. Algo parecido ha ocurrido en otras marcas ¿Porsche Diesel? ¿Ferrari Híbrido?.. pues nadie les puede decir ahora que su éxito de ventas, no les ha venido bien para poder seguir desarrollando sus modelos más carismáticos pero menos extendidos.
    Mercedes ha optado por cambiar registros para vender más, y quizás el tiempo les de la razón.
    Yo sin embargo no me considero su tipo de cliente, al menos mientras no me hagan la reinterpretación del 540 roadster de 1936.

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  2. Hola Fity, gracias por responderme y perdón por el retraso ;)
    Efectivamente, tal y como dices, Mercedes necesita hacer caja pero como todas las marcas que no pasan por grandes momentos ahora mismo. Porsche sucumbió (acertadamente para sus arcas) al diésel pero espero, confío y deseo que Ferrari no haga lo mismo ni se deje engatusar por otras tecnologías.
    Un abrazo!

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